sábado, 21 de abril de 2012

Mi experiencia en Eslovenia

     

 Me resulta muy difícil explicar todas las sensaciones que  he vivido durante este fantástico e inolvidable viaje, ya que ha sido una de las mejores experiencia de mi vida.
                                                               
Sinceramente desde el primer día que nos hablaron del viaje me pareció algo fabuloso, pero no me lo había planteado seriamente ya que no creía que pudiera ser una de  las personas elegidas para realizarlo.

El día que llegué a Zîri estaba demasiado nerviosa. Me esperaban Nina y su madre, mi familia de acogida, que resultaron ser unas personas maravillosas de las que jamás podré olvidarme.
Según pasaba el tiempo mis nervios se iban apaciguando y me encontraba más tranquila y segura al comunicarme en inglés, con las comidas, mi miedo al frío, etc.

Si en algo coincido con la mayoría es que no tuvimos mucho tiempo de acordarnos de nuestras familias en España, porque siempre queríamos estar el mayor tiempo posible juntos y parecía  que  no teníamos tiempo para nada más.  Al llegar el día de irnos quedamos todos en la Ambasada, el bar donde solíamos quedar, y al llegar me empecé a dar cuenta de que no quería que pasara  el tiempo, que no podía separarme de esas personas, y tenía la sensación de que al volver nada sería como antes, ese 21 de Enero del 2012 fue el día que más llore de mi vida.

Simplemente mi conclusión es que jamás despreciaré oportunidades como esta, y una promesa que me he hecho a  mi misma es que volveré a ver a Nina, Mark, Lenchy, Karin, Taja y a Osi. Gracias a ellos puedo contar esta experiencia tan fantástica.

¿Sabéis? Al leer estas líneas se me escapa una sonrisa, y a la vez me emociono al pensar que no los tengo cerca. Realmente nunca había pensado que sería capaz de apreciar y querer en menos de una semana, pero con personas así es muy difícil no hacerlo.


                                                                                        B. Teresa Suare Diallo, 1º bachillerato A.